martes, 16 de junio de 2015

Autoevaluación

Hoy por primera vez en mi vida me toca evaluarme, algo raro, una experiencia que te hace revivir todas las clases que has cursado, para ver detalladamente que nota realmente mereces y el porqué. Y en ese paseo por el recordatorio de todas las clases, me acuerdo en especial de la primera, sobre todo por una pequeña discusión que tuvimos Jorge y yo sobre la calidad de los trabajos, algo anecdótico, nada más. Jorge empezó con la pregunta de ¿Qué esperáis de esta asignatura? (o algo similar), luego continuó con la metáfora del bisturí y diciendo que no sabía cómo evaluaría, y que la cosa iría surgiendo. Claro está que después de este comienzo “glamuroso”, nos quedamos, y en especial yo, pensando, “Será la primera vez que da clase y no tiene ni idea ni de qué hacer”. Pero agradezco que me haya hecho tragar esos comentarios, porque el final de curso fue para todos una experiencia sin palabras.
Como ya he comentado es una situación rara, pero puestos a la honestidad de mi evaluación empezaré con lo básico de toda asignatura, la asistencia. Respecto a esto, cabe decir, que he asistido a todas las clases, teóricas y prácticas, excepto un día, avisando con antelación a Jorge y este dándome su aprobación. Y esto lo considero importante, ya que como dijo en su primera clase, y he nombrado antes con la metáfora del bisturí, en esta asignatura la asistencia es clave, puesto que cada día íbamos incorporando cosas, desde el contacto, como bien sea la confianza en nosotros mismos y en nuestros compañeros, o lo que más ha costado, perder la vergüenza y el miedo.
Continuaré con las tareas del blog, al principio del curso no me gustó la idea de un blog, de un seguimiento de todas las clases, y de trabajos, que no sabía muy bien como irían enfocados. Pero una vez empecé me gustó, un punto a mi favor, es que todos los trabajos subidos, están editados, con música, letras, efectos,… Y sobretodo nuestra obra estrella, Titanic, con mi compañero Pablo, donde fue un trabajo duro, por los cambios de cámara, y de punto de vista, pero algo que siempre guardaremos en la memoria. Las risas de aquel día y el buen rollo, nos unieron todavía más. Me encantó.
Cabe hablar además de la actitud y las ganas en clase. El principio de curso fue un poco duro, ya que había compañeros que apenas conocía, y a mí personalmente me da vergüenza ese tipo de cosas. Pero al igual que el resto de mis compañeros fui cogiéndome, bromeando, disfrutando, a tal punto, que un día pude dirigir el calentamiento, de una forma diferente, me sentí a gusto.
Y por último, el trabajo final de Disney. Es la primera vez en toda la carrera que he metido tanto curro, ganas e ilusión a un trabajo, y eso gracias a un factor clave, la motivación, tanto mía como de mis compañeros, y esto es algo que nos metió Jorge sin apenas darnos cuenta. Muchas horas fuera de clase, preparando el decorado, y la coreografía, horas de risas, de nerviosismo, y alguna pequeña bronca  que nos unía más como grupo. Pero todo esto saco fuerza, cuando en el gran momento, cuando empezó a sonar la música le dije a Pablo “es nuestro momento, disfrutemos”.  Y así fue, actué, bailé, canté, y todo delante de todos mis compañeros… Me dicen eso a principios de curso y no me lo creo. Sinceramente.

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